Columna 3: Inteligencia. (Parte 2)Inteligencia como facultad mental Vs. Inteligencia del corazón
- José Luis Taddei
- 21 ene 2023
- 5 Min. de lectura
Por José Luis Taddei.

Por los descubrimientos hoy hechos, la enseñanza de Salomón que dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida (Pro. 4:23); toma gran relevancia y voy a mostrar porqué.
En el lenguaje original, guardar viene de la palabra hebrea natsár נָצַר . Significa proteger.
Corazón, que viene de leb לֵב, se usa para los sentimientos, y significa: atención, cordura, cuidado, entendimiento, sabiduría, voluntad.
Manar, de totsaá תּוֹצָאוֹת, significa fuente; y, Vida de kjai חַי, en su raíz significa: fresco, fuerte, vigoroso.
Así que, parafraseando a Salomón, dice así: Sobre todas las cosas que proteges, protege tus sentimientos, poniéndoles atención, cordura, cuidado, entendimiento, sabiduría y voluntad; porque son la fuente de tu frescura, fortaleza y vigor.
Otros descubrimientos recientes.
Durante más de 25 años, el Heartmath Institute en los Estados Unidos, se ha dedicado a estudiar y medir la inteligencia del corazón, logrando asombrosos descubrimientos. Por ejemplo, ahora se sabe que el corazón y el cerebro están conectados y trabajan juntos, a través de una extensa red de conexiones nerviosas, ¡cinco mil veces más potente que la del cerebro!
Este sistema nervioso independiente, es descrito como el cerebro del corazón. Posee más de 40.000 neuronas que le dan al corazón la capacidad de pensar, sentir, recordar y aprender de manera independiente, funciones que antes, se creía, sólo realizaba la corteza cerebral.
Fuente: Hearthmath Institute. www.heartmath.com
También se sabe que cada experiencia vivida, no sólo queda registrada en la mente, también en el corazón a través de este sistema inteligente, poniéndolo como protagonista de nuestras decisiones e influyendo en nuestras percepciones, emociones y salud; porque a través de este sistema, el corazón transmite información que desgasta o renueva cada célula del cuerpo, dependiendo de los sentimientos que el individuo alberga.
Hoy se vive junto a gran cantidad de malestares físicos de todos tipos. Enfermedades cardiovasculares, musculo-esqueléticos, digestivas, oncológicas, trastornos en el comportamiento, inestabilidad emocional y otros más. Estudios recientes han demostrado que alrededor del 90% de patologías y enfermedades que padecen los individuos, son causadas por el estrés excesivo y agravadas por la misma razón.
¿De dónde viene? De la toma de malas decisiones por la falta de inteligencia derivada de la falta de sabiduría, lo cual enferma los sentimientos, provocando desequilibrios emocionales como la ira, el resentimiento, la ansiedad o la depresión.

Teniendo conocimiento de esto por la sabiduría recibida de Dios, Salomón dijo: El que guarda la inteligencia hallará el bien. Pro. 19:8. Es decir, mostró la recompensa de las acciones derivadas de la sabiduría y de la inteligencia del corazón, porque la palabra bien, que en el lenguaje original viene de tob טוֹב , significa: En el sentido más amplio cosas buenas, abundancia, alegría, beneficio, bienestar, dicha, éxito, favor, feliz, humanamente mejor, placer y prosperidad.
Salomón contrastó una situación y otra cuando expresó:
La congoja en el corazón del hombre lo abate (lo derriba, lo hunde); más la buena palabra lo alegra. Pro. 12:25
Congoja de Deagá, es un derivado de daágדְּ אָ ג que significa: Estar ansioso, acongojado, afligido, atemorizado, fatigado. Mientras que la palabra buena tiene la misma raíz que bien de la que ya expliqué antes; lo que significa que cuando hablamos de cosas buenas, hay un efecto positivo.
Otra enseñanza de Salomón al respecto fue: Todos los días del afligido son difíciles; mas el de corazón contento tiene un banquete continuo. 15:15
La palabra afligido en su lenguaje original es rah רָע ; que significa: Adversidad, agravio, apariencia, calamidad, desgracia, doloroso, duro, infortunio, malestar, penoso, quebrantamiento, tristeza.
Y contento, también tiene la misma raíz que bien. ¿Puedes ver la importancia de adquirir sabiduría para vivir en paz, contentos, en armonía y por todo lo demás que ella conlleva?
Otra enseñanza más de Salomón dice: El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos. Pro. 17:22
En la primera columna de la sabiduría (Conocimiento Parte 6) expliqué como la tristeza, literalmente seca los huesos, y expliqué qué en el adulto, las células madre, cuya función es generar células sanas para reemplazar las células enfermas, y reparar o regenerar tejidos enfermos o dañados en las personas, se localizan en la médula ósea, la sustancia blanda y esponjosa que hay en el interior de los huesos. Sentimientos negativos como la tristeza, la dañan, acortando la vida de las personas.

Ahora bien. ¿Qué sucede en el corazón con los sentimientos que expresamos? Otro de los descubrimientos clave de los estudios hechos por los investigadores del Hearthmath Insitute, es que sentimientos como la compasión, la empatía, la atención, el cuidado, el amor o cualquier otro estado emocional positivo, genera coherencia cardiaca, provocando beneficios a nivel físico, mental y emocional.
La coherencia cardiaca son los ritmos suaves y estables del corazón que están coordinados con el cerebro. Dicho de otra manera, es el patrón repetitivo y estable del ritmo cardíaco en el que se mueve el corazón, que induce a un estado de bienestar, a vivir con armonía y en paz, por esta coordinación que tiene con el cerebro. Se trata de una coherencia psico-fisiológica, una armonía entre la mente y el corazón que renueva, por la resonancia que produce en todos los órganos del cuerpo.
Este patrón armónico de coherencia lo encontramos, cuando la persona experimenta sentimientos renovadores y cuando la atención, se dirige de manera plena hacia algo concreto, manifestándose en un ritmo respiratorio armónico por los buenos sentimientos que experimenta. Salomón lo expresó así: El corazón apacible es vida (frescura, fortaleza y vigor) a nuestro cuerpo. Pro. 14:30;
Contrariamente, hay una incoherencia cardiaca con patrones disarmónicos, cuando se mantienen sentimientos rumiantes y desgastantes, que se muestran con ritmos respiratorios irregulares o acelerados y con estados mentales alterados y desajustados, derivados de los malos sentimientos.

Una analogía, es la persona que conduce un automóvil en el que constantemente frena, acelera y vuelve a frenar, ya sea porque el tránsito es denso o porque sus hábitos de manejo son deficientes.
Con el tiempo, el motor resentirá esa manera de conducir, consumirá más energía (combustible), los frenos tendrán menos tiempo de vida, provocará contaminación y finalmente, el rendimiento del vehículo será menor.
En el ser humano, es alguien con altibajos emocionales, que drena su energía provocando un desgaste físico y cómo resultado de ello, su rendimiento y tiempo de vida se acorta que, además, se manifiesta físicamente. Salomón lo dijo de la siguiente manera: El corazón alegre hace hermoso el rostro. Pro. 15:13.
Ahora, ¿cómo logro manifestar los sentimientos y estados emocionales que nos llevan a vivir desde la inteligencia del corazón y en coherencia cardiaca?
Continúa…
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